Segunda parte: Cusco

Map Café: dentro del museo arte precolombino, el lugar es muy bonito, como una caja de vidrio dentro del patio del museo y el servicio impecable. Los platos deliciosos, tienen un menú degustación, pero eran muchos platillos, así que decidimos probar solo algunos de sus especiales.
Ossobuco en salsa cremosa de lomo saltado y una corvina pachamanquera, pedimos un vino peruano para probarlo y estaba muy bien, un tacama selección especial Perú ica.

Chicha de Astrid y Gastón: primero para entender la gastronomía peruana hay que saber quién es Gastón Acurio: un chef que ha impulsado muchísimo a Perú. Tiene su restaurante en Lima con varias sucursales en el mundo, yo decidí no ir porque en Chicha ya iba a tener una visión de cómo era su cocina y así iba poder probar otras propuestas.
Aquí pedimos un ceviche de trucha delicioso, super fresco, y luego un chanchito a la bbq

Cicollina: el último lugar que conocimos fue éste y fue tan delicioso que qué bueno que no lo probamos antes porque hubiéramos querido regresar todas las noches. Es italiano, todo lo hacen ahí, muy fresco. Probamos unos ravioles de betabel, un magret de pato y unas tapas espectaculares.

Papachos: un restaurante de Gastón relajado, de hamburguesas pero muy bien ubicado en la Plaza de Armas. Tiene hamburguesa de llama, cordero y muchas exóticas. Nosotros probamos un sandwich de chancho y una buena hamburguesa, muy bien servida junto con unos buenos cócteles.

Vale la pena avisar que para estos restaurantes se tiene que hacer reservación semanas antes de llegar, es difícil conseguir mesa estando ahí.