Ir a Las Titas es toda una experiencia. Yo fui casi todos los domingos durante mi infancia, es por eso que a todos en nuestra familia ya nos conocían.

Tienen un muy buen servicio, aunque no seas un cliente regular siempre atienden de manera muy cariñosa a los comensales.

Es un lugar de tradición, empezó en Santa Tere y ahora ya tiene más locales en varios puntos de la ciudad.
Ahí nos enseñaron que desayunar rico y nutritivo es una opción con su infinidad de recetas de jugos, todos con nombres chistosos y algunos especiales, como el Antigripal, con cítricos y jengibre. Realmente es una buena medicina.

Uno de mis favoritos es el Sabroso, una revoltura de frutas con almendras, o el Quebrado, que lleva yogur, frutas y cereales.

Para desayunar hay desde quesadillas, huevos y chilaquiles hasta sus lonches con panes especiales.
¡Las Titas es una tradición que nos encanta!